EL ÁRBITRO, PROTAGONISTA VOLUNTARIO
DOBLE AMONESTACIÓN A MANU
GOLES DE MANU (2) Y CLAUDIO
Excelente partido de GP3 ante un gran adversario. El empate no refleja lo sucedido en el terreno de juego, ya que aún jugando con 10 toda la segunda parte merecimos mejor suerte, y aguantamos la ventaja de un gol hasta los minutos finales. Enorme partido de Avilés y Rafa, estupendos Eric y Román, fastuoso Manu que cometió un único error, grave, subsanado con dos magníficos goles y una asistencia de lujo que culmina lanzándose por el césped Claudio.
No dejaremos de citar el buen papel del resto de jugadores, que corrieron y lucharon todo el partido. Gran esfuerzo de Piqué que mejoró sus últimas prestaciones como pivote, de Bordas (flojo en el pase corto) luchador y oxigenador, de Alex González (debe "pillarle" el punto a la posición de medio centro) que lubrifica el medio campo y defiende con acierto; de Keko que tiene criterio y mejora la calidad del pase de enganche... Claudio me despista por tanto esperemos al próximo partido; a Elías lo matamos obligándole a jugar casi en solitario en la punta, mientras Auró y Armillas cumplieron con la seguridad y regularidad suficientes en la portería, si bien hay que mejorar las salidas. Los recambios de segundo tiempo mantuvieron bien las posiciones, con ligeros despistes de Óscar, alguna flojera del "panzer" Maestre, buena posición de Guille, y estupendo Carlitos (lástima de su fondo físico, inexistente).
En definitiva un partido bien jugado por ambos equipos, que se desequilibró en la primera parte por la injusta expulsión de Manu, en una aplicación parcial del Reglamento por parte del colegiado en sendas tarjetas amarillas por levantar la camiseta después de marcar su segundo gol, y previamente por interrumpir un saque de falta (con el balón en movimiento -no en disposición de saque-).
En cualquier caso y desde mi punto de vista, seguramente parcial, se puede arbitrar bien, regular o mal, lo que no se debe hacer, y es de justicia resaltarlo para corregir, es variar el criterio establecido y aplicado sobre un equipo y no hacerlo con el contrario en situaciones idénticas (interrupción de un saque, o señalización de mano voluntaria sin mostrar tarjeta). Al margen del error de la primera y segunda tarjeta, lo más triste es hacerlo por prepotencia y sabiendo que vas a expulsar a un jugador no por juego sucio o por una acción violenta, sino por algo que puedes solventar con una amonestación verbal (las tarjetas se sucedieron en 4 minutos de la primera parte. No podía haberse olvidado de que suponía la expulsión, y deja en franca inferioridad a un equipo por cuestiones no sólo erradas sino absolutamente mínimas).
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